CENTRO CULTURAL SAN FRANCISCO SOLANO
CENTRO CULTURAL SAN FRANCISCO SOLANO. TIO PEPE Y AURELIA AURITA
tio

TIO PEPE Y AURELIA AURITA(*)

Tío Pepe es un grande señor

Del Barrio de Salamanca, en Madrid

Caballero y follador

Que imita al rey de España

Follando y cazando como el mejor.

Tiene la cabeza calva

Como su prepucio.

Todas las mujeres

Cuando viene a bailar y cazar

A las salas de fiesta

O bailes castizos y populares

De este viejo y nuevo Madrid

Comentaban entre sí:

-Ya viene “el Caracola”

Ya viene a sacarnos a bailar

Ya viene a pincharnos el Chumino

Y comerse, de sus labios y ninfas

Por lo menos la mitad.

Eso sí; esto también

Alguna que otra exclamaba:

-Ven putero, vente a cazar

Alguna calabaza no te ha de faltar.

Cierto día, Tío Pepe

Cazó presa; comió carnaza

De una hermosa mujer

Que le pareció

Al sacarla a bailar

En la casa regional de Segovia

Una Virgen del Cigüeñal

Como esa a la que acudía

Casi todos los días

En sus atardeceres

Detrás de San Francisco el Grande

Abierta de piernas

Sentada sobre una piedra

Ofreciendo su potorro

Comprado y vendido

En sacrificio de Amor.

Tío Pepe no se llegó a casar

Con su Virgen del Cigüeñal

Que se llamaba Aurelia Aurita

Pero sí la vio casar con otro

En la Iglesia de San Miguel Arcángel

De la Calle del General Ricardos.

Invitado a su banquete de boda

Realizado en Restaurante Casablanca

Del Barrio de Usera

Después de cortar la tarta nupcial

Aurelia Aurita

Se lo llevó al Servicio de mear

Dejándole hacer con su Chumino

Lo que Tío Pepe quiso

No sin decirle él antes de follar:

-Pareces emperadora

Pareces una reina de carne y hueso

¡Oh, mi Virgen del Cigüeñal¡

Pasada su Luna de Miel

Con su reciente esposo

En la casa que sus padres tienen

En Cercedilla de Guadarrama

Al día siguiente

Cuando ya llegó la mañana

Ella le dijo a su esposo:

-Levántate resalado

Y vete a comprar churros.

Su esposo marchó a comprar churros

Levantándose ella muy enfadada

Yendo al lavabo para refrescar

Sus ojos con legañas

Volviendo al lecho nupcial

Donde recostada sobre la cama

Con una larga aguja

De hacer jerséis de lana

Empezó a hurgar en su Chumino

Con el fin de matar

Los bichos espermáticos

Que le habían metido

Tanto su flamante esposo

Como su amante “el tío Caracola”

Y no quedarse preñada.

Mientras metía la aguja

Ella, alegre, iba contemplando

Cómo gotas de sangre

Hasta siete

Caían sobre las sábanas blancas.

-Daniel de Culla


(*)-Dibujo del autor